Giovanni Ponti (Milán, 18 de noviembre de 1891-Milán, 16 de septiembre de 1979) fue un importante arquitecto, diseñador industrial, pintor, poeta, profesor universitario y publicista italiano. Fue una especie de polímata u hombre del renacimiento que vivió dos guerras mundiales, el auge del fascismo o las turbulencias políticas de los años 60 y diseñó todo tipo de cosas a lo largo de su vida. Construyó rascacielos, fabricó muebles, objetos cotidianos, decoró cruceros y apartamentos, diseñó azulejos e ingenios arquitectónicos. Además, fue el fundador de la revista Domus, dedicada a la arquitectura y el diseño.
Ponti acuñó el concepto de “diseño total”, que aplicó con éxito a sus proyectos, consistente en la idea de que todo, desde la estructura del edificio hasta los objetos decorativos, podía convivir bajo el sello de un único artista.
Como arquitecto, trabajó todas las escalas y tipologías posibles. Junto a Pier Luigi Nervi, otra personalidad de la arquitectura y la ingeniería italiana, construyó la Torre Pirelli, símbolo del Milán moderno y posiblemente su obra más importante. La torre fue, durante décadas, una de las más altas de Europa y aún hoy en día conviene echar la vista atrás y fijarse en uno de los rascacielos más elegantes de la historia de la arquitectura.
Otras de sus obras de mayor importancia, en este caso en el campo residencial, son la Villa Planchart y la Villa Arreaza en Caracas, o la propia casa familiar del arquitecto en el bloque de viviendas de la Via Dezza en Milán.

Interior de la Villa Planchart, Caracas 1957

Exterior de la Villa Arreaza, Caracas 1956

Imagen de la propia casa de Gio Ponti en la via Dezza en Milán
Dejando a un lado la arquitectura, Gio Ponti fue también promotor del diseño industrial italiano, proponiendo la producción en serie en la decoración de interiores como solución sofisticada, económica, democrática y moderna. Entre sus obras más significativas destacan la butaca D.154.2, diseñada en 1953 para el proyecto de la villa Planchart,
la butaca D153.1, que forma parte del mobiliario de la vivienda particular de Gio Ponti en la via Dezza,
o la silla Superleggera que se desarrolló tras años de experimentación en los que se aplicaron avanzados métodos de cálculo. Ponti se inspiró en una silla tradicional presente en gran parte de los hogares italianos a principios del siglo XIX y definió un nuevo concepto de elegancia a partir de la sobriedad del mobiliario popular. “Tan ligera que podía sostenerse con un solo dedo”, como curiosidad, se dice que el maestro la lanzaba desde la ventana de su despacho en una cuarta planta para demostrar su resistencia y la silla rebotaba sin romperse ante el asombro del público reunido.
En el mundo del diseño cerámico, el nombre de Gio Ponti se escribe también con mayúsculas. Pureza o sinceridad técnica son palabras que definen a la perfección lo que el diseñador significaba para este mundo. Os dejamos con algunas imágenes de sus diseños que hablan por sí solas.
Y con este vídeo que resume muy bien la versatilidad de los diseños del artista
Por supuesto, no hace falta decir que desde Vives sentimos una profunda admiración por el maestro Gio Ponti y nos vemos tremendamente inspirados, no sólo por sus diseños cerámicos sino también por su mobiliario y su arquitectura.

Azulejo Nago Índigo 23×33,5cm de la serie Hanami de Vives

Ambiente con pavimento de la serie Alameda donde se puede apreciar la butaca D154.2
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