Para los que os preguntéis que es el knolling, es una vertiente que se centra en fotografiar un objeto o un conjunto de objetos que han sido desmontados y organizados sobre una superficie plana. Además el plano utilizado siempre es cenital para mantener esa geometría y ese orden, evitando cualquier tipo de deformación.
El origen de ese término lo encontramos en el año 1989 en el estudio de Frank Gerhy. Por esta época, Gehry no solo se dedicaba a la arquitectura, ya que también realizaba proyectos de diseño de producto para otros estudios, lo cual le llevaba a tener su lugar de trabajo un tanto desorganizado. A raíz de esto, su conserje Andrew Kromelow diseñó un método de organización basado en un orden por usos, formas y tamaños. A este sistema lo llamaría knolling, ya que en ese momento Frank Gerhy se encontraba trabajando en un encargo para el estudio Knoll.
Años mas tarde, el escultor Tom Sachs, que trabajó durante dos años con Gehry, adoptaría este sistema y lo convertiría en una parte integral en su trabajo. Tanto es así, que en 2009 publicaría en su libro, Ten Bullets, cuatro pautas básicas para hacer knolling:
1. Explora tu entorno en busca de materiales, herramientas, libros, música, etc…
2. Guarda todo lo que no estés usando. Si no estás seguro, déjalo fuera.
3. Agrupa todos los objetos que se parezcan entre si.
4. Alinea en angulo recto todos los objetos, ya sea en la superficie donde están colocados, o en el propio estudio.
En Vives Azulejos y Gres nos hemos basado en ésta técnica para realizar lo que ahora se denominan “moodboards”, una combinación de estética y arte que nos permite mostrar la versatilidad de nuestros productos, combinados con objetos cotidianos, sin la necesidad de ver una estancia completa revestida.
Aquí os dejamos algunos de nuestros favoritos:
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