Hay una renovación del estilo clásico. Espacios lujosos a la vez que extravagantes, con ciertos toques de surrealismo y llenos de misterio están acaparando todas nuestras miradas. Ambientes con personalidad propia, rebosantes de elegancia y cierto aire “Bon vivant”, donde piezas icónicas y atemporales llaman de nuevo nuestra atención.
Las superficies verticales cobran vida con formas geométricas y lo veremos tanto en mobiliario como en arquitectura. Es una de las grandes aportaciones de esta temporada y que aunque está despuntando en estos momentos, veremos como esta tendencia se desarrollará a lo largo de los próximos años.
Uno de los principales rasgos en cuanto a mobiliario es que los grandes volúmenes son sustituidos por elementos más pequeños pero con mayor carácter con el objetivo de crear estancias más estilosas y ricas, a la vez que ligeras y versátiles.
Otra característica principal es que se valora mucho la esencia del material. Terciopelos, mármoles, latones, dorados, espejos o cristal son algunos de los materiales más recurrentes. La gama cromática se ha actualizado introduciendo tonos intensos como azules noche, verdes botella, granates, rosas o incluso tonos flúor. Sin duda, una mezcla explosiva donde todo convive sin pelear y manteniendo esa esencia sofisticada de la que ya hemos hablado.
Desde Vives Cerámica lanzamos una colección fascinante el pasado mes de febrero en la que nuestra principal fuente de inspiración fueron estos fundamentos. Pero cual fue nuestra sorpresa cuando Miriam Alía diseña para Westing una elegante estancia utilizando el mosaico Necci Blanco de nuestra colección Dolce Vita para crear un espacio único y diferente. Ha conseguido crear un salón muy estiloso, atrevido, alegre pero con un cierto punto “hortera” que nos ha enamorado al instante.
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