El tapizado en estilo patchwork no es algo nuevo. De hecho, la técnica de unir retales de estampados diversos para crear un conjunto mayor es bien antigua. Pero con todo el auge del DIY y las manualidades, no es de extrañar que esta tendencia ahora vuelva a estar de moda, convirtiéndose en una tendencia con mucha fuerza dentro del mundo vintage y de la decoración.
Vamos a ver cómo este estilo es aplicado a la decoración y el interiorismo hoy en día, concretamente, al mobiliario.
Como se ha comentado, esta estética se caracterizan por la utilización de telas y retales de todos los colores combinadas entre sí. Su popularidad ha aumentado de forma considerable debido a que permite customizar de forma personal todo tipo de mobiliario, siendo uno mismo el que decide cómo, con qué materiales, y el resultado final. ¡El límite es la imaginación!
Las butacas, sillones, pufs y sofás son algunas de las piezas de mobiliario que mejor se prestan a ser tapizados y decorados con esta técnica.
Con frecuencia se ven gamas cromáticas de tonos muy vivos, ideales para una decoración pop o kitsch, o bien de tonos más apagados (neutros, arenas o tierras) para estilos más sosegados.
Este tipo de piezas consiguen además transmitir un cierto aire naïf y hogareños que las hace irresistibles. Es ese ligero toque a “casa de la abuela” en el que es imposible no sentirse como en casa.
Piezas únicas y originales que llenan de personalidad el hogar.
Categorías:Sin categoría