Con este proyecto llamado la ‘ciudad del mañana’ situado en Nueva York, Izaskun Chinchilla Architects pretende dar lecciones de naturaleza llevada a la arquitectura de una manera más profunda. Ha decidido estudiar las estructuras naturales, en concreto la morfología de la hortensia, para adaptarse al contexto y a las circunstancias del tiempo. Para ello se han decantado solo por materiales con una producción amigable con el medio ambiente, tanto es así que han hecho uso de sillas antiguas, trozos de bicicletas, llantas de coches pero los componentes primarios son los paraguas.
Gracias a esta gran estructura de paraguas se forma una obra de arte colorida, esperanzadora y optimista. Y es precisamente esta filosofía lo que pretendíamos transmitir con el modelo Baku de Vives Azulejos y Gres.
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