En la modesta “lección” de historia del diseño moderno, que habitualmente nos ofrece Cultura Deco en su sección ¡¡¡Que bien sienta…!!!, vamos a “estudiar” al arquitecto y gran maestro escocés Renie Charles Mackintosh y su “jovencísima” silla Hill House, de tan solo 113 años.
La silla fue creada por Mackintosh para el dormitorio de la Casa de la Colina, un proyectos en el que integro todas las artes. La famosa silla esta considerada uno de los primeros diseños del movimiento moderno, su principal objetivo es ser un elemento decorativo, una escultura, una obra de arte, para el día día.
La silla Hill House con su desnudez estructural y su esbeltez, destaca por sus llamativas proporciones (su respaldo mide 141cm) y su poética y sencilla racionalidad. En su versión original la conocida pieza se realizo en roble tintado de blanco.
Su carácter modernista, de clara influencia japonesa, hace que se adapte y potencie de un modo notable, la estética exótica conseguida en al entorno alicatado con la pieza Okinawa, de VIVES azulejos y gres, inspirada en la técnica ancestral Shou-Sugi-Ban, un tratamiento nipón para la preservación de la madera por carbonización.
Juntas, la silla Hill House y la madera cerámica Okinawa consiguen convertir un espacio cotidiano en un ambiente único en el que se respira en partes iguales tradición y modernidad.
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