Actualmente como venía sucediendo desde antaño, en ciertas localidades de nuestra geografía española, se viene produciendo un hecho no menos que original interesante y por supuesto práctico, el cual consiste en el clásico encalado de las fachadas de las casas. Esta aplicación de la cal le confiere unas propiedades de protección frente a la intemperie, además de proporcionarle un clásico y característico color blanco sobre una superficie tosca y rústica.
Mediante esta tradición se ha conseguido que estos pueblos se hayan convertido en un referente turístico incluso llegando a existir la llamada ruta de los pueblos blancos de la provincia de Cádiz, los cuales recorren localidades del interior de la provincia, entre los cuales se encuentra Arcos, Ubrique o Grazalema.
Una de las nuevas series presentadas por Vives para la Feria de Ceviama, tienen ese toque de rústico con ciertos tonos cementosos, los cuales nos recuerdan a este acabado de singular belleza que le otorga el acabado de estas casas.
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