Originario de Chile y radicando en Nueva York, Sebastian Errázuriz es conocido por poner buen humor a los objetos cotidianos. Éste joven artista y diseñador está generando un gran impacto en la escena internacional al dibujar sutilmente una línea muy fina entre el arte y el diseño.
Un ejemplo de ello lo podemos encontrar en uno de sus últimos trabajos. Se trata de un candelabro tradicional de cristal decorado con 50 pájaros disecados casi tan frágiles y delicadas como la misma pieza de vidrio. La idea de crear un gigante candelabro de pájaros fue motivada por una lámpara similar que tenia en casa la abuela del artista, la cuál atraía a menudo a las aves que entraban volando por las ventanas abiertas y se posaban en ella.
Nos ha gustado especialmente como éste joven diseñador bajo un proceso creativo un tanto surrealista, ha demostrado que se pueden producir trabajos que sobrepasan los límites del diseño, para finalmente convertirse en obras de arte funcionales. No es solo el gusto por las aves lo que nos acerca a este diseñador sino precisamente su filosofía. En ocasiones, de desarrollos de modelos que suelen parecer locuras se obtienen piezas tan geniales como nuestro modelo HUILLE para la serie Naif.
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